viernes, 23 de mayo de 2014

KALANCHOE DAIGREMONTIANA

Kalanchoe daigremontiana
Pertenece a la Familia de las Crasuláceas, se trata de una planta crasa y hay que tratarla como tal. Admite el cultivo en el interior y, en climas cálidos, sin heladas, se puede tener todo el año plantada en el jardín, floreciendo desde enero a abril y refloreciendo en otoño. Por tanto muy adecuada para nuestro entorno.


Otros nombres: Bryophyllum daigremontianum - Calanchoe.

 Nombre común: Espinazo del Diablo ,  Aranto 
Origen: La mayoría de especies que componen los Kalanchoes proceden de Madagascar.

Característica propia:  Esta planta tiene la magnífica cualidad de producir brotes de nuevas plántulas a lo largo del borde de las hojas, que originan raíces con celeridad cuando caen al suelo. 



Descripción:
 Posee un follaje permanente. 
 Es una especie suculenta muy original, que puede alcanzar algo más de 1 metro de altura. El tallo principal es robusto y sostiene carnosas hojas triangulares de pueden llegar a medir unos 20 cm de largo que nacen a pares y enfrentadas, son color verde claro que se va oscureciendo con la edad y manchas púrpura en el envés. Las plantas adultas producen raíces aéreas en los tallos viejos. Cuando se mantiene siempre a pleno sol las hojas se tornan marrón rojizas y las manchas del envés de tonalidad más intensa.

Se acomoda por igual al suelo o en macetas.


Periodo de floración: Finales de la primavera aunque en nuestra zona a mediado de abril es fácil verlas florecer.

Flor: Produce largas varas florales que duplican en altura la longitud del follaje, éstas desarrollan grandes racimos colgantes en su extremo, con innumerables pequeñas flores acampanadas de color rosa desvaído.





Sol: Lo más luminosa posible, las plantas maduras prefieren situaciones soleadas. Sí están muy a la sombra se vuelven verdes como en la foto superior.





Requiere un riego escaso, es de poco mantenimiento y de fácil multiplicación por esquejes de hojas o tallos y sobre todo por los hijuelos que se le forman en el borde de las hojas.



Hijuelos en el borde de la hoja
Riego: De manera regular en periodos de calor y moderadamente el resto del tiempo.

Plagas: La cochinilla algodonosa puede ser un contratiempo, en cuanto se vea alguna protuberancia blancuzca (principalmente en las axilas de las hojas) hay que eliminarla con un palillo de algodón humedecido en alcohol metílico.  Y se debe evitar el exceso de riego o de humedad ambiental.
Abonado: Desde comienzos de la primavera hasta finales del verano se puede abonar quincenalmente con un fertilizante para plantas suculentas, añadiendo una pequeña cantidad al agua de riego. Aunque el no abonarlas tampoco es decisivo en su desarrollo.


Plantas